D entro de los salones no tenemos a un grupo de escritores ni a masters en el idioma, así que el empleo de métodos y técnicas son necesarias para que nuestros educandos avancen y mejoren. En mi repertorio de recursos utilizo algo que llamo " ensayo " (no por aquél subgénero literario sino porque se trata de " practicar, ensayar ") que combino con el clásico dictado que se puede aplicar a niños, jóvenes y adultos. Lo manejo así: cada lunes es día para escribir el ensayo, todos plasman sobre una hoja lo que tienen en mente según un listado de títulos que agrego en el pizarrón, dependiendo de la edad y del grado, y de los cuales ellos deben escoger uno; por ejemplo: mis juguetes, mis amistades, la familia, la calle embrujada, el cementerio, el noviazgo, acoso escolar, los vicios, etc. No importa qué escriban, si es una paráfrasis de algo que conocen o si es de su autoría, pues lo que busco es mejorar la forma en que redactan y entienden el idioma. Inicialmen...