La sociedad nos ha dictado desde hace mucho tiempo que el amor se siente, se vive, se respira. Que es algo imprescindible en nuestras vidas. Claro, todo visto desde un punto meramente romántico. Pero, si nos adentramos a la ciencia podremos encontrar que el amor no es como lo pintan. Que la magia, atracción, sentimientos y emociones que hay entre dos personas es meramente química.
Así es. Si sentiste mariposas en el estómago, el corazón desenfrenado, imaginaste castillos y príncipes o princesas en las nubes, tartamudeaste al verlo (a), debo decirte que sí, todo eso es gracias a un proceso químico en tu cuerpo.
La literatura nos ha llevado por los senderos del romance durante largo tiempo, obras como Romeo y Julieta, Orgullo y prejuicio, El diario de Noah o Como agua para chocolate, nos dejan ver los distintos panoramas y contrastes del amor. Estas y muchas historias más nos hacen suspirar al leerlas, nos imaginamos a la persona amada que vendrá y nos hará vivir junto a él la más románticas de las historias. Pero ojo, también la literatura nos ha enseñado que no todo termina bien. Por ejemplo: Romeo y Julieta, Cumbres borrascosas, Bajo la misma estrella , Hablando del asunto y Tokio blues son historias que al leerlas entiendes que la pasión, amor y dolor van de la mano.
Por lo tanto descubrimos que el amor, no es color de rosa. Que en algún momento esas mariposas en el estómago se convierten en dragones, que la timidez se vuelven reproches y que tu corazón desenfrenado poco a poco deja de latir, entonces piensas: No es amor. Lamento informarte que quizás sí lo es y que has pasado exitosamente la primera fase: El enamoramiento. Es ese proceso químico que produce tu cuerpo cuando estas enamorado de otra persona.
La sensación de
"enamorarse" se debe a la feniletilamina, también conocida como PEA.
Este químico es una amina que ocurre naturalmente en el cerebro, pero también
se encuentra en algunos alimentos como el chocolate. Es un estimulante y causa
la liberación de norepinefrina y dopamina. PEA es el instigador de toda la
reacción en cadena, en pocas palabras el primer culpable de nuestro
enamoramiento. Un claro ejemplo de eso es el libro "Como agua para chocolate" donde ciertas cosas, como las rosas y el chocolate juegan un papel importante en esta etapa.
A continuación,
tenemos a la dopamina. Este producto químico está asociado con la selección del
compañero. La dopamina prácticamente actúa como un motivador. Cuando este
existe entre ambas personas estas logran conectarse a un nivel mas profundo en
la relación. Esto lo podemos ver claramente en el libro de "Orgullo y prejuicio" y no me refiero a Darcy y Elizabeth si no Charles Bingley y Jane Bennet quien desde el primer encuentro hubo ese sentimiento que los unió a pesar de no ser muy expresivos y así perduró hasta que al final unieron sus vidas.
La dopamina luego
desencadena la liberación de oxitocina. En ambos sexos, la oxitocina se libera
durante el acto de tocar. Genera confianza entre ambas personas y a menudo se
conoce como la "hormona del abrazo". Si te gusta el genero Erótico este efecto sucede claramente en la saga "Amos y Mazmorras" donde Cleo tiene que ceder al juego de uno de los agentes del FBI, Lion Romano para poder encontrar a su hermana. Y no es cualquier juego, es un juego erótico, la confianza que se genera entre ambos con el solo hecho de tocarse es sin duda un claro ejemplo de la oxitocina trabajando.
Ahora estamos en la
testosterona. Muchos perciben esta hormona como una hormona sexual masculina,
lo que es, pero muchas personas no se dan cuenta de que las mujeres también lo
producen. La testosterona desencadena la sensación de lujuria mutua. La
testosterona es la sustancia química responsable de desencadenar las acciones
antes de que se permita el reconocimiento de la lógica. A menudo es un jugador
clave en la toma de decisiones estúpidas, así que si tuviste un arranque de
celos o quizás terminaste la relación sin un motivo real, culpa a la testosterona,
ella es la culpable, esto último podemos verlo mucho, pero mucho en la saga "Beautiful Disaster" donde los hermanos Maddox símbolo de testosterona ambulante hacen cada cosa por sus parejas que podría parecer romántico pero a su vez un poco estúpido lo cual no importa por que el amor siempre vence todo.
Y por último pero
definitivamente no menos importante, las endorfinas son el resultado de la
reacción química. Con el tiempo, el cerebro adquiere tolerancia a los
estimulantes del amor y se producen endorfinas. Estos se liberan a partir de
los dieciocho meses hasta cuatro años en una relación. Las endorfinas se
asocian con la sensación de apego y comodidad. A menudo se los compara con los
opiáceos. Son conocidos por calmar la ansiedad, aliviar el dolor y reducir el
estrés. Esto claro podemos encontrarlo en "Los juegos del hambre". Katniss y Peeta desarrollaron una relación no basada en lo sexual pero si en muchas otras cosas que son importantes para la relación de pareja, a tal grado que dependen uno del otro, al final de la saga podemos ver como esa sensación de apego, comodidad hacía que Katniss se sintiera en su hogar al estar con Peeta.
Entonces, cuando
estés con alguien especial o leas historias románticas, debes saber que hay algo químicamente cambiante
dentro de los dos. Estás experimentando una reacción química que se ha
transmitido a través de nuestros genes desde que llegamos a este planeta, lo
cual es muy especial.
Ahora comprendes que pasando ese proceso químico de enamoramiento se deja de sentir los síntomas, pero el sentimiento, afecto y compromiso siguen vigentes. No te dejes guiar por las reacciones. Si escribes haz que tus personajes las experimenten conociendo que el amor no solo es romance, es química y es eterno aunque no siempre tenga un final feliz.
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