Imagen: Marcelo Noah
Estamos acostumbrados a clasificar obras de ficción en diversos "géneros", como por ejemplo: suspenso, ciencia-ficción, erotismo, terror, etc. Está bien conocer las características de estos diferentes tipos de ficción, y resulta fundamental si queremos escribir. Sin embargo, existen muchas otras posibilidades además de las que nos resultan más habituales o conocidas.
¿Alguien se imagina una novela hecha enteramente de diálogos? Yo he leído una: " Maldición eterna a quien lea estas páginas", de Manuel Puig. ¿Se han encontrado con un conjunto de textos breves que sean interesantes pero difíciles de clasificar? Sería el caso de " Espantapájaros" de Oliverio Girondo. Uno de esos textos tiene forma de poema, otro parece un monólogo y otro cuento fantástico, y respecto al resto, es difícil decir lo que son, pero los recomiendo.
¿Qué me dicen de un manual de instrucciones? No hay que escribir un manual entero, pero un simple e ingenioso párrafo puede tener esa forma, como las "Instrucciones para dar cuerda a un reloj ", para subir una escalera, para llorar, o para cantar, de Julio Cortázar. Siguiendo ese ejemplo yo escribí "instrucciones para levantarse de la cama".
En unas cuantas novelas se escribe artículos periodísticos ficticios que forman parte de la trama, como también cartas o incluso poemas. La novela Frankenstein está escrita en forma de cartas.
Entonces, ¿de cuántos diferentes tipos de escritura podemos tomar prestada su forma para practicar nuestro ingenio y creatividad? Un discurso, un pronóstico del clima, un supuesto texto publicitario, una receta de cocina, una invocación, una lista de compras, la descripción de un sueño, en estos y muchos otros formatos que a primera vista no parecen tener nada que ver con literatura, podemos expresar emociones, una visión del mundo, una mirada artística que sorprenda y entretenga.
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