Además de los géneros más comunes, en esta época tenemos también la escritura de guiones, tanto destinados a la radio , TV o cine; ya sean para publicidades o ficciones. ¿Publicidad? Si, a veces se cuenta una pequeña historia en publicidades bien elaboradas, en busca de un efecto emocional que despierte la simpatía del publico por un producto. Toda película que veamos en el cine, por otro lado, primero ha tenido que ser escrita. Podríamos extendernos más en este tema. Por el momento prefiero compartir aquí un ejemplo. Este breve guión lo escribí para radio. El contexto: poco después de la Cumbre de las Américas, la reunión de presidentes en Mar del Plata donde quien era presidente de Estados Unidos afortunadamente fracasó en su intento de imponer el ALCA. También era la época de la invasión a Irak. Imaginemos que escuchamos las voces en la radio:
Presidente: señores analistas, los he mandado
llamar para conocer sus opiniones sobre la crisis nuclear. Tengo todas las
opciones sobre la mesa.
Analista 1: ¿Qué opciones son esas, señor?
Presidente: destituir al presidente de Akinoestán,
guerra psicológica, bombardeo, armas nucleares, invasión y ocupación.
Analista 2: ¿Y la negociación, señor
presidente?
Presidente: Por supuesto, ya estamos
negociando con empresas de nuestro país importantes contratos para la
reconstrucción de Akinoestán.
Analista 1: Señor presidente, muchos generales
piden la renuncia del Secretario de Estado. Dicen que está loco!
Presidente: Tonterías! El está tan sano como
yo!
Analista 1: Eso me temo, señor! Y mientras
tanto, ¿Qué hacemos con la situación en Aquiestán?
Presidente: No se preocupen, voy a proponer a
las diferentes facciones aquinas que formen un gobierno de unidad nacional.
Analista 1: ¿Y cuándo lo hará?
Presidente: Cuando dejen de matarse entre
ellos. Ahora díganme, ¿como ven una intervención militar en Akinoestán?
Analista 2: Señor presidente, si usted ataca Akinoestán, pondrá en nuestra contra a China y Rusia, que hacen grandes negocios con
ese país. Los gastos de la guerra aumentarán aún más nuestro déficit, aumentará el precio de los combustibles, y
como muchos ciudadanos ya no pueden comprar gasolina, son capaces de venir a la
Casa Blanca y sacarlo a usted a patadas en el trasero.
Presidente: UHMMMMM..... ¿tan mala es la
situación?
Analista 2: Señor, algunos ciudadanos ya se
están probando los zapatos.
Presidente: Que pueblo desagradecido! Que
falta de comprensión! Mi padre, cuando gobernaba, intentó explicarles sobre la
crisis exterior que no podíamos dejar de atender.
Analista 2: ¿Y que le respondieron?
Presidente:
“Es la economía, estúpido!”
Analista 2:
Señor presidente, su popularidad ha descendido al 34%, usted tiene menos
aceptación que Mike Tyson cantando boleros!
Presidente:
Rayos! Yo no sabía que pasaría todo esto! Me pagan por gobernar, no por
pensar! Hace unos días, una niña de 14 años me preguntó: “Señor presidente,
cómo imagina nuestro país dentro de diez años?”. Y yo le dije: “Te imagino a ti
conduciendo un auto impulsado por hidrógeno.”Dime,¿ Como nos imaginas tu dentro
de diez años?
Analista 2:
Señor, como los indios navajos!
Presidente: ¿Fuertes y aguerridos?
Analista 2:
No, señor. Desnudos y a los gritos.
Presidente:
Ustedes son mis analistas de mayor confianza. ¿Qué me recomiendan hacer?
Analista 2:
Duerma 14 horas por día, señor presidente.
Presidente:
¿Eso me dará mayor apertura mental?
Analista 2:
No señor, pero tendrá menos tiempo de hacer estupideces.
Presidente:
Esto es demasiado para mi! Necesito vacaciones! Preparen mi avión,
volveremos a Mar del Plata. Con un poco de suerte, encontraremos el sitio donde
fue enterrado el ALCA.
Los dos analistas a la vez: Vamos con usted!
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