E ste poema épico no deja de ser por demás interesante. Lleno de lúgubres descripciones, sentimientos vacíos, locura interminable, dolor por el ser amado y muerte... Además, el lenguaje utilizado es estilísticamente bello, delicado, que permite recrear todo aquéllo con notoria musicalidad, tema en el cual Edgar Allan Poe es un maestro y aún más, en el cruce perfecto del dolor de la vida y la pérdida de seres amados.     Me permito compartir un audiorrelato  en voz del mexicano Victor Civeira (actor, escritor y locutor) y un arreglo visual de Antonio Martínez, además de incluir debajo de éste, la valiosa poesía.                Una vez , al  filo de una lúgubre media noche,  mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,  inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,  cabeceando, casi dormido,  oyóse de súbito un leve golpe,  como si suavemente tocaran,  tocaran a la puerta de mi cuarto.  “Es —dije musitando— un visitante  tocando quedo a la puert...