Al crear un relato tomamos partido, seamos conscientes o no; asumimos y transmitimos determinadas creencias y posturas. Como se ha mencionado antes en este blog, debemos pensar para qué escribimos, para quién, y qué queremos decir. ¿Es el relato de una persona contra otras? Exponemos por qué esa persona es buena, o mala, por qué puede vencer o no, porqué sus antagonistas son buenos o malos. ¿Es el relato de una persona contra circunstancias desfavorables? Escribimos nuestro punto de vista, por qué es importante la búsqueda de ese protagonista, por qué vale la pena y tiene sentido. Para otras personas podrá ser diferente. En cine y series se nota más que en literatura, tenemos por ejemplo las historias de "el bien siempre gana", o "la búsqueda de amor y felicidad siempre se ve recompensada". El héroe masculino siempre rescataba a la dama en apuros y al final todos felices. Si es diferente, va a géneros como "drama" que tiene más de "realista...