Continuando la línea de lo que se debe hacer para lograr ser escritor, después de hablar sobre la lectura, ahora te presento dos cosas más.
Escribe
Es simple: dicen que a escribir se aprende... ¡adivinaste! escribiendo. No tiene complicaciones. Claro está que no todo lo que salga de tus ideas valdrá la pena para ser publicado. No obstante lo que hace a un escritor grandioso no es su físico, el volumen de seguidores, la publicidad del libro, etc. sino la madurez literaria con que logre transmitir lo que está pensando o sintiendo.
¿Cuánto debes escribir? Eso lo marca tu estilo de vida y cuánto ames este arte. Se cuenta que Gabriel García Márquez se encerró durante 14 meses para culminar su gran obra "Cien años de soledad". También se dice que Stephen King escribe alrededor de 5,000 palabras diarias. Sin embargo, Enrique Ferrari, trabajador del metro en Argentina, ganador de varios premios por sus novelas, editando en Francia, España e Italia, apenas si puede dedicarle minutos a sus trabajos: “Escribo cuando puedo y donde puedo, aunque mi obsesión diurna es encontrar un momento para dormir”, reproduce Publimetro en un artículo que le ha dedicado (léelo aquí).
Viaja
Como ya estaba anticipado el siguiente punto es viajar. Sé que muchos escritores crearon un universo desde cero en sus libros pero esto no se hubiera logrado desde el sillón de su casa frente a la computadora.
Para conocer debes viajar. Debes tratar a la gente, siempre debes aventurarte a conocer lugares, personas, sabores, olores, etc. No importa si el viaje lo haces de tu casa hasta el centro de la ciudad o a una playa lejana en las islas caribeñas. La idea es ir observando cómo es la vida a tu alrededor. Esto le dará autenticidad a lo que escribas y la gente podrá sentirse identificada con ello.
Cuando estés en tu viaje procura unir lo que ves, escuchas, sientes, piensas... con lo que estés escribiendo. Si has tenido, por ejemplo, la idea de escribir un cuento de un hombre que se siente solo, fíjate en las expresiones, movimientos y demás, de todos los hombres que caminen sin acompañantes. Al volver de tus viajes escribe lo que hayas presenciado. O mejor aún: lleva tu libreta o tu móvil para anotar todas aquellas ideas que se te hayan ocurrido.
Lo hago todo constantemente. No se necesita ir lejos, basta con salir a caminar por calles cercanas. Y esta actividad es magnífica para un mal llamado "bloqueo de escritor".
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